La Victoria de Samotracia es una talla en bellísimo mármol de Paros que supera los 2,45m de altura, y se encuentra situada en la proa de una galera de mármol gris de Lartos.
Su autor es desconocido, posiblemente rodio, y fue realizada hacia el 190 a.C.
En esta obra, la Νίκη es una figura azotada por el viento; un cuerpo poderoso e imponente que va a la conquista de los mares.
Debió de ser donada por los rodios al santuario de Samotracia a raíz de la victoria naval que obtuvieron en Side frente a Antíoco III de Siria (190 a. C.), y que les supuso, además del control de amplias comarcas en Caria y Licia, la alianza de numerosas ciudades e islas próximas. La obra estuvo al nivel del acontecimiento que conmemoraba.
Las inmensas alas desplegadas y los pliegues del vestido pegado al cuerpo por la fuerza del viento , originan una sensación de movimiento rápido. La ligereza de sus ropas se muestra por las transparencias que se adivinan en la piedra. Esta sutilidad de telas contrasta con la firmeza del cuerpo en una actitud desafiante frente al πέλαγος.
Diosa en piedra que roza la perfección en sus formas, destacada por su belleza y realismo.
Tal es la composición que podemos imaginar cómo sería su rostro, con la cabellera al viento y la faz retando al bravío mar.
Era lógico que tanta belleza tuviera que perpetuarse a través de los tiempos y así encontramos innumerables referentes en la actualidad.
El poeta italiano Marinetti la definió como “la belleza de la velocidad”; será por eso que innumerables empresas de coches de gama alta utilizan su imagen como logotipo de la marca: la Silver Ghost de la Rolls Royce, obra de Charles S. Sykes que llamó “El Susurro” pero que los dueños de la firma no tardaron en cambiar por “El Espíritu del Éxtasis”.
Otros son los grupos como Aston Martin, Bentley, Mazda, Mini…que utilizan el símbolo de las dos alas para desarrollar su logo.
Incluso una famosa marca de ropa deportiva empleó la denominación de Nike para sus productos y además elaboró su marca distintiva basada en una de las alas de la divinidad.
Encontramos también algunos reflejos más exactos de nuestra perfecta Victoria de Samotracia en la cúspide de la Columna de la Independencia de México bajo la forma de un ángel esculpido por Enrique Alciati.
El séptimo arte también ha dado cabida a la imagen y todos tenemos todavía en la retina la pose airada de los protagonistas de la famosa película Titanic, emulando a nuestra escultura mientras el gigante navío surcaba los gélidos mares.
Bellísima la Victoria, y tú, como siempre, instructiva y original. (¡Qué bien presentada la secuencia de referentes!). Enhorabuena por tu blog. Me gusta su presentación:es clara, elegante a la vista, agradable al oído, con contenidos interesantes y mjorando día a día…Nada, lo dicho, que enhorabuena!!
Μετὰ τοσούτων καλῶν γραμμάτων ἀναπτήσει κούφως εἰς Ὄλυμπον. Θαυμαστόν!
Inspirtacion de siglos.
uaa
tope de wapoooo
nuestro profesor nos lo ha enseñado i esta muy regalado
Excelente titular y texto. Me encanta el poema de Rubén Darío sobre ella:
La cabeza abolida aún dice el día sacro
en que, al viento del triunfo, las multitudes plenas
desfilaron ardientes delante el simulacro
que hizo hervir a los griegos en las calles de Atenas.
Esta egregia figura no tiene ojos y mira;
no tiene boca, y lanza el más supremo grito;
no tiene brazos y hace vibrar toda la lira,
¡y las alas pentélicas abarcan lo infinito!
(Rubén Darío, de Del chorro de la fuente)